La insolencia es un castigo, pero la prudencia es una de las mejores recompensas
Porque así también se ataviaban en otro tiempo, aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.” 1 Pedro 3:5
“y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer Abigaíl era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras.” 1 Samuel 25:3
El tema de la sujeción en el matrimonio, en este siglo 21, pareciera sepultado, pero no es así, porque las promesas del Señor jamás se entierran, ni se olvidan, porque aunque la mente humana no las quisiera recordar, las piedras hablarían.
Abigaíl representa la sabiduría, la prudencia pero también la convicción de que obedecer al Señor, aún cuando el matrimonio era un infierno, se mantuvo estable, actuando con sensatez, frente a los desaciertos de su esposo; el rol de Abigaíl, fue bien conocido por ella y decidió llevarlo a cabo en su totalidad, estar sujeta a un esposo en un matrimonio de vergüenzas e irrespeto no es fácil, pero esta mujer miraba cada día el rostro de su Dios en el de su malvado esposo, porque ella servía a su Dios y no al hombre , y fue así que su verdadero esposo (el Señor) la honró.
Peticiones de oración
- Que los problemas conyugales tengan un asidero en las manos del Señor.
- Que los conflictos de cada cónyuge no sean un impedimento para sostenerse en las promesas de Dios. Y así poder mirar sus maravillas.