“Y le dijeron ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió, aquí en la tienda. Entonces dijo: de cierto volveré a ti, y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de Él” Génesis 18: 9 – 10
Esta historia es muy conocida para muchos, sin embargo la sintetizo. Sara y Abraham eran esposos y no podían tener hijos, la oración de ellos fue para que Dios les diera este privilegio, sin embargo se hicieron viejos y no llegó lo pedido. Es aquí, en lo imposible, cuando Dios se hace presente con esta pareja, en lo concerniente a tener descendencia.
El anuncio es muy claro, a partir de hoy, ponte a contar el tiempo de la vida o el tiempo que la criatura debe estar en el vientre de su madre y luego Dios dará cumplimiento a tus oraciones. Así fue y nació Isaac, padre de Jacob y de los patriarcas de un pueblo llamado Israel.
Observen los milagros que hizo El Todopoderoso. Ya eran ancianos, la vida reproductiva de Sara había terminado, lo mismo sucedía con Abraham, la fuerza de ellos estaba debilitada, seguramente sus expectativas de hijos, su motivación de ser padres se había perdido, ya que nosotros los creyentes, cuando no se cumple lo que deseamos en el tiempo que creemos, se nos hace muy fácil perder la esperanza.
La porción bíblica señala que Sara estaba escuchando todo lo que se decía, quería saber que había para
ella y Dios le dice: Si es posible, solo tienes que creer, debes confiar en mis planes dice El Señor, debes de trabajar conmigo afirma Dios. Búscame siempre en oración y me vas a encontrar, depende de mí, y algo fundamental, créeme dice el Santo de Israel.
Dios cumplió. La vida reproductiva de la pareja volvió, la capacidad física creció y dice la biblia que Sara amamantó a su hijo Isaac. Dios fue, es y será siempre fiel. Actualmente tenemos las pruebas de la relación inseparable entre Dios y nosotros, ya que tenemos una nación que sigue vigente, un Dios que está con nosotros, y el cumplimiento de la oración, dentro del matrimonio.
Peticiones de oración
Oremos por los hijos que vendrán en el futuro
Pongamos en oración a nuestros hijos todos los días.
Oremos por nuestra nación