“He visto a muchos hombres trabajar sin orar, pero nunca he visto uno que haya orado y no haya trabajado.” James Hudson Taylor
El registro bíblico de la historia del pueblo de Israel tiene un fuerte componente formativo, encontrando pautas claras, donde la instrucción del Creador es precisa para crear una identidad que a pesar de persecuciones, destierros, esclavitud, no se perdió.
El papel de los mayores en la transmisión de los valores, expresados en creencias y tradiciones, fue determinante para que las primeras generaciones no perdieran ese apego con su historia, costumbres, manteniéndolas vivas donde estuvieran.
El colapso llegó, cuando este proceso bien establecido se cortó, privando a los que iban naciendo, de esas raíces que les daban pertenencia, al punto de comenzar a tomar de los pueblos vecinos, prácticas que no eran propias, generando una ruptura con todo lo que su pasado les entregaba como una rica herencia.
Las consecuencias llegaron, mostrando generaciones que no sabían del Dios de Israel.
Sus hazañas, bondades, provisión, quedaron en el olvido, sepultando una riqueza que nunca debió perderse.
Recuperarla y trabajar para que esta historia no se repita es el desafío de quienes conociendo a Jesús, deben comunicarlo a sus hijos, nietos, sobrinos. Además, hablando con pasión de la intervención del creador a lo largo de la historia familiar. Hacerlo garantiza el conocimiento y comprensión que hará la diferencia cuando venga la prueba.
Comenzar nunca es tarde, animarse a realizarlo proporcionará un legado que no termina cuando uno parta, debe seguir con quienes continúan, dejando una enseñanza que nunca deje de recordarse como testimonio de la fidelidad de nuestro Dios.
Peticiones de oración
• Padre celestial, te rogamos que selles nuestros corazones con tu Santo Espíritu. Renueva nuestra mente con tu Palabra y pon una fuerte convicción para orar siempre y no desmayar. Danos el privilegio y la dicha de ver a toda nuestras generaciones, reconociéndote como su Señor y Salvador. Nos ponemos a tu servicio, usa nuestras vidas, con el poder de tu Palabra.