“Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová, y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.” 2 Reyes 4:1
Este pasaje relata la historia de una mujer cuyo esposo murió, y busca ayuda en Eliseo, varón de Dios, para impedir que sus dos hijos sean tomados como siervos del acreedor, porque su conyugue le debía dinero. En los tiempos bíblicos, si una familia no podía pagar la deuda, el prestamista tenía el derecho de confiscar propiedades e incluso llevarse a los hijos en pago.
Es impresionante ver lo que una madre puede hacer para salvar a sus hijos y librarlos de la esclavitud a la que iban a ser sometidos ellos.
¿Qué tienes en casa? Pregunta Eliseo a la perturbada madre. Sólo tengo una pequeña vasija de aceite, respondió ella, vayan y consigan prestadas con los vecinos, tantas vasijas vacías como pudieran, luego deben vaciar el aceite de la pequeña vasija en los recipientes vacíos. Ellos hicieron lo que Eliseo les indicó y ocurrió un maravilloso milagro, el aceite de la pequeña vasija continuó
fluyendo hasta que todos los recipientes que lograron traer se llenaron. Es impresionante
ver como la combinación de la fe y el amor pueden cambiar una situación, a través de
este acto no solo se salvaron los hijos, sino que también les permitió sobrevivir con el
restante de la venta.
Valores como la tenacidad, confianza y perseverancia fueron las que la llevaron a accionar a esta mujer, entendiendo que algo debía y tenía que pasar, si tan solo fija sus ojos en Dios. Otras mujeres hubieran optado por seguir a sus emociones, más esta joven viuda, decidió escuchar al Señor y como recompensa a esto, halló respuesta.
Ella entendió que “Aquel que clama a Dios sabe que hallará respuesta”
En cuanto a mí, a Dios clamaré, y Jehová me salvará. Salmos 55:16
Peticiones de oración
- Clama a Dios con fe, Él tiene respuesta y salida a tu situación.
- Mantén la calma, mientras esperas en el Señor, Dios está trabajando en el silencio.
- Las situaciones adversas ayudan a bien, saca la enseñanza y aprende de ellas.