Diseño sin título (3)

Una espera que no desespera

“Su padre le dijo: Mira, querido hijo, tú siempre has estado a mi lado y todo lo que tengo es tuyo.

Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!” Lucas 15:31-32

El día anterior tuvimos claro que con la mirada puesta en Jesús, lo imposible se hace posible. Hoy quisiera que nos concentremos particularmente en la dificultad que provoca la espera a que nuestro hijo pródigo regrese.

Es importante leer toda la porción bíblica (Lucas: 15:11-32) para conocer un poco mejor la historia, ya que pienso que muchos nos identificamos con el padre de la historia, una persona diplomática, que respeta las decisiones de su hijo y mira con dolor cómo él se va alejando del hogar, haciendo caso omiso a los consejos y advertencias recibidas, tratando de hacer su vida a su manera, sin importarle las consecuencias que luego podrá tener.

Pero lo interesante y admirable de este escenario, es que en esta historia, el padre permanece expectante del día en que su hijo regrese, no sabemos cuánto tiempo habría pasado, seguramente no fue poco, pero al final su fe es recompensada, su hijo regresa y esa es la esperanza que debemos mantener, que nuestro hijo, aquel que se alejó y abandonó el direccionamiento, va a volver un día, sólo nos queda esperar.

Esperar por un hijo jamás nos debe desesperar.

Peticiones de oración

Para que nuestra fe sea aumentada
Que Dios de dirección para orientar a nuestros hijos
Para estar listos y celebrar el día en que nuestros hijos vuelvan

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