“La violencia es todo acto de agresión, abuso e irrespeto a los derechos humanos, la dignidad de la persona y su voluntad”.
María es una mujer que por muchos años fue víctima de abuso y maltrato psicológico, verbal, emocional y económico por parte de su esposo. Este le propinaba horrendas palizas al extremo de dejarla inconsciente y provocarle una pérdida durante su embarazo. Ella vivió a diario lo que muchas mujeres ecuatorianas y latinas viven hoy.
La violencia se vuelve un círculo vicioso ya que los abusadores en su mayoría fueron víctimas de esta problemática social y cultural.
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La violencia en el hogar es un asunto grave. Es importante buscar ayuda apenas comienza la agresión, no se debe dejar pasar más tiempo.
Hay víctimas directas e indirectas, es decir, las que reciben la agresión y aquellos que la presencian. Todos son afectados en mayor o menor grado. Una víctima experimenta la pérdida de su valor personal; de su amor propio; cae en depresiones, ansiedades, temores, en sentimientos de desesperación y a su vez, se sienten completamente inútiles ante las circunstancias.
Buscar ayuda profesional y espiritual servirá para expresar con palabras las emociones lastimadas. Hay que aprender a manejar la ira sin necesidad de golpear, atropellar o herir a los demás de ninguna manera.
Peticiones de oración:
- Dios proteja a la familia y erradique la violencia intrafamiliar.
- Dios nos acerque a personas que nos den ayuda espiritual y emocional
- Que los padres seamos portadores de sanidad a nuestros hijos, dando buenos ejemplos.