“No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.” Efesios 4:29
¿Has oído decir que la palabra tiene poder? Es por esto que Pablo hace referencia que de nuestra boca deben salir palabras de ánimo, estímulo, afirmación, afecto, admiración, agradecimiento, humildad, compromiso, apoyo, entusiasmo, palabras que piden o dan apoyo y consejo, que enseñan, que piden perdón y perdonan, que sanan heridas, que reconocen, que comparten. Si hacemos esto, también recibiremos lo que hemos dado.
El año pasado me visitó un paciente joven que llegó acompañado de su madre.
Al relatar su historia observaba mucho dolor y tristeza en su rostro, estaba muy sensible, de la tristeza profunda pasaba a la irritabilidad. Su madre comentaba que él, no tenía un proyecto de vida, no trabajaba ni estudiaba, y que pasaba todo el tiempo metido en casa y en ocasiones con sus juegos de videos, esto le preocupaba mucho a ella, pues su proceder causaba conflictos entre todos los miembros de la familia, incluyendo a su hermano menor.
Mientras la terapia iba progresando, él empezó a transparentar su dolor en las posteriores citas individuales. Su depresión se debía a las palabras despectivas y descalificativas que su madre y su hermano tenían para con él. Palabras como: ¡Eres un bueno para nada, nunca haces las cosas bien, inútil, vago, torpe! Mientras el joven las repetía, lágrimas cubrían su rostro; la frustración y la rabia eran evidentes puesto que él las había creído.
Este es el caso de muchos que sufrieron violencia verbal y psicológica, es hora de traer un cambio radical en nuestra manera de hablar. No permitamos que escenas como éstas se repitan, puesto que la palabra tiene poder.
“Las palabras bondadosas son la mejor música terrenal y esta música todo el mundo la puede tocar” Noel Clarasó
Peticiones de oración
Que nuestras palabras sean bondadosas y edificantes.
Cultivemos buenos hábitos, usemos palabras de bien para con nosotros y con los
demás.
Por sanidad y perdón con relación a la violencia verbal y psicológica ejercida en casa.